viernes, 27 de agosto de 2010

Borges, la modesta y secreta complejidad

Casi una descripción de su trayectoria literaria en el prólogo que Borges escribe para "El otro, el mismo":
Es curiosa la suerte del escritor. Al principio es barroco, vanidosamente barroco, y al cabo de los años puede lograr, si son favorables los astros, no la sencillez, que no es nada, sino la modesta y secreta complejidad.
(Y quizás no solo un resumen de su camino como escritor, sino también la formulación clara de lo ideal en literatura.)

jueves, 26 de agosto de 2010

Borges en sus propias palabras (agradeciendo el Premio Cervantes)

Majestades, señoras y señores:

El destino del escritor es extraño, salvo que todos los destinos lo son; el destino del escritor es cursar el común de las virtudes humanas, las agonías, las luces; sentir intensamente cada instante de su vida y, como quería Wolser, ser no sólo actor, sino espectador de su vida, también tiene que recordar el pasado, tiene que leer a los clásicos, ya que lo que un hombre puede hacer no es nada, podemos simplemente modificar muy levemente la tradición; el lenguaje es nuestra tradición. El escritor tiene una desventaja: el hecho de tener que operar con palabras, y las palabras, según se sabe, son una materia deleznable.
Las palabras, como Horacio no ignoraba, cambian de connotación emocional, de sentido; pero el escritor tiene que resignarse a este manejo, el escritor tiene que sentir, luego soñar, luego dejar que le lleguen las fábulas; conviene que el escritor no intervenga demasiado en su obra, debe ser pasivo, debe ser hospitalario con lo que le llega y debe trabajar esa materia de los sueños, debe escribir y publicar, como decía Alfonso Reyes, para no pasarse la vida corrigiendo los borradores, y así trabaja durante años y se siente solo, vivo en una suerte de sueñosismo; pero si los astros son favorables, uso deliberadamente las metáforas astrológicas, aunque detesto la astrología, llega un momento en el cual descubre que no está solo. En ese momento que le ha llegado, que le llega ahora, descubre que está en el centro de un vasto círculo de amigos, conocidos y desconocidos, de gente que ha leído su obra y que la ha enriquecido, y en ese momento él siente que su vida ha sido justificada.  
Yo ahora me siento más que justificado, me llega este premio, que lleva el nombre, el máximo nombre de Miguel de Cervantes, y recuerdo la primera vez que leí el Quijote, allá por los años 1908 ó 1907, y creo que sentí, aún entonces, el hecho de que, a pesar del titulo engañoso, el héroe no es don Quijote, el héroe es aquel hidalgo manchego, o señor provinciano que diríamos ahora, que a fuerza de leer la materia de Bretaña, la materia de Francia, la materia de Roma la Grande, quiere ser un paladín, quiere ser un Amadís de Gaula, por ejemplo, o Palmerín o quien fuera, ese hidalgo que se impone esa tarea que algunas veces consigue: ser don Quijote, y que al final comprueba que no lo es; al final vuelve a ser Alonso Quijano, es decir, que hay realmente ese protagonista que suele olvidarse, este Alonso Quijano.
Quiero decir también que me siento muy conmovido, tenía preparadas muchas frases que no puedo recordar ahora, pero hay algo que no quiero olvidar, y es esto: me conmueve mucho el hecho de recibir este honor en manos de un Rey, ya que un Rey, como un Poeta, recibe un destino, acepta un destino y cumple un destino y no lo busca, es decir, se trata de algo fatal, hermosamente fatal, no sé cómo decir mi gratitud, solamente puedo decir mi innumerable agradecimiento a todos ustedes...

Muchas gracias.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Borges en su propia voz

La segunda entrevista hecha por Joaquín Soler Solano en su programa "A fondo" (la primera había sido un par de años antes; en esta ocasión, Borges acababa de recibir el Premio Cervantes):

Aquí, el primero de los videos (desde allí se pueden ver todos los que registran la entrevista completa):

martes, 24 de agosto de 2010

Borges, el amenazado

El 24 de agosto de 1899 nació Jorge Luis Borges, premio Cervantes 1979, considerado uno de los autores más importantes de la literatura universal del siglo pasado. Narrativa y ensayística son los géneros más cultivados por él y los más celebrados por la crítica. Pero también escribió poesía. Para todos los que no conocen esta dimensión creativa del autor, va el poema "El amenazado":
Es el amor. Tendré que ocultarme o huir.
Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz.
La hermosa máscara ha cambiado,
pero como siempre es la única.
¿De qué me servirán mis talismanes:
el ejercicio de las letras,
la vaga erudición
el aprendizaje de las palabras que usó el áspero Norte
para cantar sus mares y sus espadas,
la serena amistad,
las galería de las bibliotecas
las cosas comunes,
los hábitos
el joven amor de mi madre,
la sombra militar de mis muertos,
la noche intemporal,
el sabor del sueño?
Estar contigo o no estar contigo,
es la medida de mi tiempo.
Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente,
ya el hombre se levanta a la voz del ave,
ya se han oscurecido los que miran por la ventana,
pero la sombra no ha traído la paz.
Es, ya lo sé, el amor:
la ansiedad y el alivio de oír tu voz,
la espera y la memoria
el horror de vivir en lo sucesivo.
Es el amor con sus mitologías,
con su pequeñas magias inútiles.
Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar.
Ya los ejércitos que cercan, las hordas.
(Esta habitación es irreal; ella no la ha visto)
El nombre de una mujer me delata.
Me duele una mujer en todo el cuerpo.

lunes, 23 de agosto de 2010

La semana Borges

En un plan del todo arbitrario, como el que ejemplifica la enciclopedia china que refiere el propio Borges en el cuento "El idioma analítico de John Wilkins" (citamos:
En sus remotas páginas está escrito que los animales se dividen en (a) pertenecientes al Emperador, (b) embalsamados, (c) amaestrados, (d) lechones, (e) sirenas, (f) fabulosos, (g) perros sueltos, (h) incluidos en esta clasificación, (i) que se agitan como locos, (j) innumerables, (k) dibujados con un pincel finísimo de pelo de camello, (1) etcétera, (m) que acaban de romper el jarrón, (n) que de lejos parecen moscas.)
... hemos dedicido declarar esta semana (la del 24 de agosto, fecha en que se cumplen 111 años de su nacimiento) la semana Borges. En su homenaje, iremos publicando aquí en el blog, desde este lunes al viernes, contenidos que nos recuerden el aporte al pensamiento y a la literatura del autor más consagrado, y más controvertido, de las letras argentinas.

domingo, 22 de agosto de 2010

Chéjov, la ironía póstuma

Elvira Lindo, en El País, cuenta el final de Chéjov:
El último adiós a Chéjov estuvo marcado por un quiebro cómico. Su cuerpo inerte, procedente de un balneario alemán, entraba en la estación de Moscú en un vagón de ostras. Aquellos que le esperaban se equivocaron de muerto y se unieron a la comitiva que honraba a un general, con orquesta incluida. Su amigo, el escritor Máximo Gorki, lamentó que aquella anécdota tragicómica rubricara la vida de quien tanto había huido de la vulgaridad. Cierto, pero también lo es que la melancolía chejoviana está impregnada de ese humor con el que empezó a ganarse la vida, escribiendo historietas cómicas bajo el seudónimo de Antosha Chejonte.
Y resume, en sus palabras, por qué queremos tanto a Chéjov:
¿Por qué queremos tanto a Chéjov? Porque es el paradigma del escritor moderno, no juzga a los personajes, les deja hablar en su propio lenguaje, concede voz a los débiles, a los niños, a los presos, a las mujeres, o defiende la naturaleza y los animales con una actitud hasta el momento desconocida.
La nota completa, aquí.

miércoles, 11 de agosto de 2010

El arte de elegir nombres

Para los que pueden leer inglés y les interesa saber del fenómeno del "bautismo literario", aquí van 10 tips para tener en cuenta a la hora de elegir nombres de personajes.

Un adelanto: que sean memorables, pero simples. Y si tienen un significado o habilitan una asociación de sentido más o menos clara (¡como Sancho Panza!), mejor.

jueves, 5 de agosto de 2010

Bella Rosenfeld y Mary Poppins


Marc Chagall se pintó muchas veces con su primera esposa, Bella Rosenfeld.

Lo notable, mirado desde hoy, es el parecido de esos retratos con el de Mary Poppins... Elevadas por encima de los tejados, con sus vestidos largos y sus botas de taco, a estas Bellas Rosenfeld solo les falta el paraguas volador.

(Arriba, El paseo y Por encima de la ciudad; de yapa aquí abajo —porque el que vuela es Chagall y no Bella—, Cumpleaños.)

domingo, 1 de agosto de 2010

Melville, el escribiente

El 1º de agosto de 1819 nace Herman Melville. Primero fue marino y después, escritor. Su obra más conocida es Moby Dick o la ballena blanca, pero ha escrito otras excelentes, como Bartleby, el escribiente, Benito Cereno y Billy Budd, marinero.

De todos modos, elegimos Moby Dick (con la traducción de Enrique Pezzoni) para recordar uno de los mejores inicios de la historia literaria (según planteamos —algo arbitrariamente, por supuesto— en este post ad hoc):
Pueden ustedes llamarme Ismael. Hace algunos años -no importa cuántos, exactamente-, con poco o ningún dinero en mi billetera y nada de particular que me interesara en tierra, pensé darme al mar y ver la parte líquida del mundo. Es mi manera de disipar la melancolía y regular la circulación. Cada vez que la boca se me tuerce en una mueca amarga; cada vez que en mi alma se posa un noviembre húmedo y lluvioso; cada vez que me sorprendo deteniéndome, a pesar de mí mismo, frente a las empresas de pompas fúnebres o sumándome al cortejo de un entierro cualquiera y, sobre todo, cada vez que me siento a tal punto dominado por la hipocondría que debo acudir a un robusto principio moral para no salir deliberadamente a la calle y derribar metódicamente los sombreros de la gente, entonces comprendo que ha llegado la hora de darme al mar lo antes posible. Esos viajes, son para mí, el sucedáneo de la pistola y la bala. En un arrogante gesto filosófico, Catón se arroja sobre su espada; yo, tranquilamente, tomo un barco. No hay nada de asombroso en esto. Pocos lo saben, pero casi todos los hombres, sea cual fuere su condición, alimentan en un momento dado esos sentimientos que me inspira el océano.