Dícese que trae su etimología de la palabra latina plaga, que significa condenar a la pena de azotes a los que habían vendido hombres libres por esclavos. Esto no tiene nada que ver con el plagio de los autores, los que no venden hombres esclavos ni libres y sólo se venden algunas veces a sí mismos por exigua cantidad de dinero.
Cuando un autor vende los pensamientos de otros por suyos, se llama plagio ese hurto. Podrán, pues, llamarse plagiarios todos los compiladores, todos los que escriben diccionarios, si no hacen más que repetir las opiniones, los errores, las imposturas, las verdades que estaban ya impresas en diccionarios precedentes; pero al menos estos son plagiarios de buena fe, que no se atribuyen el mérito de la invención. Ni siquiera pretenden haber desenterrado de monumentos antiguos los materiales que reúnen; no han hecho otra cosa que copiar a los laboriosos compiladores del siglo XVI. Nos venden en un volumen en cuarto lo que ya teníamos impreso en un volumen en folio. Pueden llamarse libreros mejor que autores, y mejor pueden colocarse en la clase de ropavejeros que en la de plagiarios.
El verdadero plagio consiste en publicar como nuestras las obras de otros; en coser en ellas trozos largos de un buen libro, cambiando algunas palabras; pero el lector ilustrado, al conocer un pedazo de paño de oro entre otros muchos de paño burdo, reconoce en seguida al ladrón torpe.
miércoles, 30 de mayo de 2012
Voltaire y su diccionario filosófico
El 30 de mayo de 1778, murió Voltaire, escritor francés nacido en París en 1694. Fundó su moral en la tolerancia y la razón. Sus obras más destacadas son Cándido y Diccionario filosófico. Precisamente de esta última obra extrajimos el artículo "Plagio", que es representativo de la perspicacia y el tono irónico de su escritura y pensamiento:
sábado, 19 de mayo de 2012
José Martí, de verso sencillo
El 19 de mayo de 1895 muere José Martí, uno de los principales exponentes del modernismo en Hispanoamérica, poeta, ensayista, periodista y crítico reconocido en el mundo entero. Con la pluma, primero, y luego a través del combate físico, Martí trabajó siempre por la independencia de Cuba (entonces colonia española) y por la autonomía de Latinoamérica en general. Murió, de hecho, durante una acción de guerra en Dos Ríos.
Esta tensión entre sus dos formas de combate (la escritura y la lucha armada) recorre toda su obra y asoma explícitamente en varias de sus crónicas y poemas, como por ejemplo en este fragmento, "V", extraído de Versos sencillos:
Si ves un monte de espumas
Es mi verso lo que ves:
Mi verso es un monte, y es
Un abanico de plumas.
Mi verso es como un puñal
Que por el puño echa flor:
Mi verso es un surtidor
Que da un agua de coral.
Mi verso es de un verde claro
Y de un carmín encendido:
Mi verso es un ciervo herido
Que busca en el monte amparo.
Mi verso al valiente agrada:
Mi verso, breve y sincero,
Es del vigor del acero
Con que se funde la espada.
Esta tensión entre sus dos formas de combate (la escritura y la lucha armada) recorre toda su obra y asoma explícitamente en varias de sus crónicas y poemas, como por ejemplo en este fragmento, "V", extraído de Versos sencillos:
Si ves un monte de espumas
Es mi verso lo que ves:
Mi verso es un monte, y es
Un abanico de plumas.
Mi verso es como un puñal
Que por el puño echa flor:
Mi verso es un surtidor
Que da un agua de coral.
Mi verso es de un verde claro
Y de un carmín encendido:
Mi verso es un ciervo herido
Que busca en el monte amparo.
Mi verso al valiente agrada:
Mi verso, breve y sincero,
Es del vigor del acero
Con que se funde la espada.
miércoles, 16 de mayo de 2012
Rulfo y por qué un huérfano llega a Comala
El 16 de mayo de 1918 nace Juan Rulfo, escritor mexicano, autor de pocos pero excelentes libros: Pedro Páramo y El llano en llamas.
Del primero se citan muchas veces las primeras líneas como ejemplo de inicio de novela. Con voz en primera persona, Rulfo ya instala el tono, entra en materia, y genera intriga y cierta desazón por el personaje hasta entonces anónimo y huérfano. Recordémoslo:
Del primero se citan muchas veces las primeras líneas como ejemplo de inicio de novela. Con voz en primera persona, Rulfo ya instala el tono, entra en materia, y genera intriga y cierta desazón por el personaje hasta entonces anónimo y huérfano. Recordémoslo:
Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo. Mi madre me lo dijo. Y yo le prometí que vendría a verlo en cuanto ella muriera. Le apreté sus manos en señal de que lo haría, pues ella estaba por morirse y yo en un plan de prometerlo todo. "No dejes de ir a visitarlo –me recomendó–. Se llama de este modo y de este otro. Estoy segura de que le va a dar gusto conocerte." Entonces no pude hacer otra cosa sino decirle que así lo haría, y de tanto decírselo se lo seguí diciendo aun después de que a mis manos les costó trabajo zafarse de sus manos muertas.
Todavía antes me había dicho:
–No vayas a pedirle nada. Exígele lo nuestro. Lo que estuvo obligado a darme y nunca me dio... El olvido en que nos tuvo, mi hijo, cóbraselo caro.
–Así lo haré, madre.
Pero no pensé cumplir mi promesa. Hasta que ahora pronto comencé a llenarme de sueños, a darle vuelo a las ilusiones. Y de este modo se me fue formando un mundo alrededor de la esperanza que era aquel señor llamado Pedro Páramo, el marido de mi madre. Por eso vine a Comala.
Era ese tiempo de la canícula, cuando el aire de agosto sopla caliente, envenenado por el olor podrido de la saponarias.
lunes, 14 de mayo de 2012
Definiciones de autor
Aparte de novelas, artículos y ensayos, algunos escritores se dedicaron a la creación de obras de referencia y así redactaron diccionarios.
Por supuesto, en un plan lúdico, nada relacionado con las definiciones de la Real Academia Española. Entre chistosas y satíricas, sus entradas son siempre pequeñas descripciones de conceptos, que iluminan un aspecto absurdo, ridículo o despreciable de nuestras costumbres como sociedad.
Dos ejemplos:
El caso de Diccionario del diablo, del escritor estadounidense Ambrose Bierce, que exhibe, en primer plano, la crítica a presupuestos y valores sociales:
Y también el de Gustave Flaubert, su Diccionario de lugares comunes (un proyecto literario concebido en 1847, pero publicado póstumamente en 1911) abocado a cuestionar clichés:
Diccionario del diablo (clic aquí para bajarlo) |
Por supuesto, en un plan lúdico, nada relacionado con las definiciones de la Real Academia Española. Entre chistosas y satíricas, sus entradas son siempre pequeñas descripciones de conceptos, que iluminan un aspecto absurdo, ridículo o despreciable de nuestras costumbres como sociedad.
Dos ejemplos:
El caso de Diccionario del diablo, del escritor estadounidense Ambrose Bierce, que exhibe, en primer plano, la crítica a presupuestos y valores sociales:
ABSOLUTO. Independiente, irresponsable. Una monarquía absoluta es aquella en que el soberano hace lo que le place, siempre que él plazca a los asesinos. No quedan muchas: la mayoría han sido reemplazadas por monarquías limitadas, donde el poder del soberano para hacer el mal (y el bien) está muy restringido; o por repúblicas, donde gobierna el azar.
BODA. Ceremonia en la que dos personas prometen volverse una, una propone volverse nada, y nada promete volverse tolerable.
COBARDE. Dícese del que en una emergencia peligrosa piensa con las piernas.
DENTISTA. Prestidigitador que introduce metal en la boca y extrae dinero del bolsillo.
PACIENCIA. Forma menor de la desesperación, disfrazada de virtud.
RELOJ. Máquina de gran valor moral para el hombre, que mitiga su preocupación por el futuro al recordarle cuánto tiempo le queda.
Y también el de Gustave Flaubert, su Diccionario de lugares comunes (un proyecto literario concebido en 1847, pero publicado póstumamente en 1911) abocado a cuestionar clichés:
ESTORNUDO. Después de decir: "¡Salud!", trabarse en una discusión acerca del origen de esta costumbre.
EXCEPCIÓN. Decir que confirma la regla. No arriesgarse a explicar cómo.
FATALIDAD. Palabra exclusivamente romántica. Hombre fatal: dícese del que tiene ojos penetrantes.
GOLONDRINAS. No llamarlas jamás de otro modo que "mensajeras de primavera". Como se ignora de dónde vienen, hay que decir que arriban "de las comarcas lejanas" (poético).
HORMIGAS. Bonito ejemplo para citar delante de un despilfarrador. Proporcionaron la idea de las cajas de ahorro.¿Conocen más falsos diccionarios? ¿Se les ocurren nuevas definiciones para aportar a términos conocidos, según el modelo de estos autores? Amor, político o sana envidia pueden ser buenas expresiones con las que empezar...
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