jueves, 18 de octubre de 2012

Escribir para entender (y no entender para escribir)

Se suele pensar que escribir es contar lo que ya se sabe. Sin embargo, quienes más dominan la práctica y el tema (escritores experimentados e investigadores del proceso de composición) dicen que escribir, más bien, es sentarse a descubrir algo que se desconoce.

Es decir: lejos de identificar la escritura con la transcripción de un contenido ya virtualmente terminado en nuestra cabeza, la identifican con el camino que recorremos para elaborar un tema y dar con el estilo que mejor se le adecua. Todo en el mismo momento de redactar, y no antes: recién cuando comenzamos escribir, definimos del todo lo que queremos decir, recién entonces encontramos acabadamente nuestro contenido. Escribir, por lo tanto, no sería volcar lo que una voz interior nos dicta como un mensaje ya cerrado, sino moldear, amasar, trabajar ideas, para que se conviertan en mensajes más claros, originales y logrados.

Desde hace décadas, los manuales sobre redacción enfatizan en este poder revelador de la escritura, en cómo escribir sobre un asunto permite entender más sobre él. Pero como nada hay más ajustado y bello que las palabras de los literatos para explicar las cosas, aquí van alguntas citas en el mismo sentido:

Flannery O'Connor (1925-1964), escritora estadounidense: "Todo lo que escribo no obedece a un plan, y debo escribirlo para descubrir lo que estoy haciendo. No sé bien lo que pienso hasta que no lo tengo escrito delante de mis ojos".

Robert Cecil Day-Lewis (1904-1972), poeta irlandés: "No escribo para ser entendido, escribo para comprender".

Don De Lillo (n. 1936), novelista estadounidense: "Escribir es una forma concentrada de pensar. A través del lenguaje se pueden llegar a ideas a las que de otra manera no hubiéramos tenido acceso".

Gustave Flaubert (1821-1880), escritor francés: "Solo puedo pensar con una pluma en la mano".

Clarice Lispector (1920-1977), escritora brasileña: "A veces tengo la impresión de que escribo por simple curiosidad intensa. Es que, al escribir, me entrego a las sorpresas más inesperadas. Es a la hora de escribir que muchas veces me vuelvo consciente de cosas, de las cuales, siendo inconsciente, antes no sabía que sabía".

Adolfo Bioy Casares (1914-1999): "Escribir es un intento de pensar con precisión".

Hay escritores que hablan de otras funciones de escribir. Más relacionadas con lo anímico, como protegernos de los golpes de la vida, desahogarnos, acobijarnos. Pero eso lo veremos en próximas entregas.